Querer vivir viajando significa aprender a vivir con menos, es adoptar una vida minimalista para concentrarnos en lo importante. Es aprender a descifrar qué cosas le agregan valor a tu vida y qué cosas simplemente las tienes por puro consumismo.
¿Alguna vez has pensado que tienes demasiadas cosas, demasiados compromisos, demasiadas preocupaciones y obligaciones en tu cabeza?
Con Yeyo teníamos el sueño de vivir viajando (ya lo logramos), y para esto debimos comenzar a despojarnos de las cosas que nos atan y nos impiden ser libres:
- bienes materiales
- personas tóxicas
- amigos superficiales
- compromisos que no nos interesan en lo más mínimo
Por eso empezamos por irnos de nuestro departamento de 113 m2 a uno de 39m2, donde únicamente cabe nuestra cama, el velador y nuestro amor. 😉
Este gran cambio vino acompañado de una gran sacudida, darnos cuentas de todas las cosas que hemos ido acumulando con el tiempo y que no generan valor en nuestra vida.
Parte de los fines y las metas, y asegúrate de que concuerdan con tus valores. Share on XPor ejemplo, vivir en un departamento de 113 m2, y haber utilizado la sala sólo 3 veces en un año . ¿Te imaginas?
¿Cuántas de todas las cosas que tenés, realmente son útiles y cuántas las tenés guardadas en el cajón o escondidas en un depósito?
¿En qué te beneficia tener tantas cosas que sólo sirven para acumular polvo?
Índice
¿Qué significa tener una vida minimalista para nosotros?
Todos podemos tener una vida minimalista, y nosotros estamos adaptando nuestra propias reglas a este esquema, el minimalismo no tienen que ser cuartos blancos casi vacíos, se trata de eliminar todas las cosas que nos distraen de lo que es importante en nuestra vida.
Para nosotros significa ser más conscientes de las cosas que poseemos, las cosas que compramos y cómo invertimos nuestro tiempo.
Es un estilo de vida que valora más las experiencias que los bienes materiales, y sobretodo que ama a las personas y utiliza las cosas y no al revés.
Si sentís curiosidad por este estilo de vida minimalista y sobre todo querés entender un poco más esta forma de vivir, te recomendamos ver el documental: Minimalism: A documentary about important things.
Aquí te dejamos el trailer para que le des una miradita.
El documental lo podés ver en Netflix, y si no te aparecen los subtítulos al español en el trailer los puedes poner de forma automática en la ruedita de configuración de Youtube.
¿Cómo empezamos con la vida minimalista?
Hace tiempo que adoptamos el hecho de sólo comprar las cosas que realmente necesitamos, evitar las compras compulsivas y las salidas para tirar dinero.
Pero nos sentíamos poco consistentes porque seguíamos viviendo en un departamento demasiado grande para nosotros, con un montón de muebles guardando polvo y basura en los cajones.
Por eso decidimos mudarnos a un monoambiente, chiquitingo, el fin de semana del 07 de Octubre de 2017 y aprovechar esta oportunidad para plantearnos un gran desafío.
Aquí te dejamos el video que hicimos al vivo en Facebook al empezar con esta gran tarea.
Nota: El ejemplo que usa Yeyo de la caminadora es real, ya que la compramos hace como 3 años para «hacer deporte en casa» y terminó convirtiéndose en nuestro colgador de toallas. 😆
Como ese ejemplo hay miles, pero lo más importante es reconocer que compramos muchas veces de forma compulsiva sin darle un uso real a las cosas.
Después, en enero 2018 dejamos el mono ambiente después de renunciar para viajar por el mundo llevando todo lo que necesitamos en una mochila.
El desafío de las 100 cosas para vivir
Este reto es como bien lo dice, intentar vivir con 100 cosas únicamente, obviamente a esto le estamos añadiendo nuestras propias reglas.
Por ejemplo, la laptop, con su cargador, el micrófono, la funda y la mochila cuentan como 1 cosa, ya que se complementan y funcionan juntos. Lo mismo en el caso del celular y el cargador.
¿De dónde nace el Desafío de las 100 cosas para vivir?
Dave Bruno comenzó este movimiento para simplificar su vida y luchar contra hábitos de consumismo sin sentido.
Cuando cuenta su experiencia, habla de cómo miles y miles de personas se encuentran estancadas materialmente:
- acumulan
- compran
- guardan
- y se ven ahogadas en objetos
- ropa y cosas nuevas permanentemente
Con este Desafío plantea dar tres pasos para salir de ese estado de estancamiento debido a lo material:
- Reducir algunas cosas
- Rechazar más cosas nuevas
- Reajustar según las prioridades
¿Qué añade este Desafío a nuestra vida?
En primer lugar, ayudar a ordenarnos, simplificar nuestra vida y sobre todo realizar un inventario de todas las cosas que tenemos y que necesitamos para vivir.
El objetivo con este reto es convertir todo lo que nos rodea en algo fácil de gestionar, pensar que cada objeto que tenemos debe tener un uso concreto y darle el lugar que le corresponde.
El objetivo más grande que nos planteamos con este desafío es estar listos para mudarnos o viajar en cualquier momento y a cualquier lugar.
Algo clave ahora que nos convertimos en nómadas digitales.
Incorporar este desafío a nuestra vida cuando nos estamos mudando a un espacio mucho más pequeño nos hace los procesos más simples y naturales.
Hacer este desafío en 2017 nos permitió estar libres para viajar en cualquier momento.
Si no, nos hubiéramos visto abrumados por lo que tenemos acumulado y hubiéramos recortado lo que teníamos rápidamente sin hacer una buena evaluación.
Las posesiones poseen. Reduce el número de posesiones. Share on XCon este desafío, fue paso a paso. Cuando llegó el día de agarrar nuestra mochila y salir, fue muy simple.
Primero lo añadimos únicamente a nuestras cosas, pero para ordenar la ropa (que además Gabriela tenía un montón) empezamos el proyecto 333.
El Proyecto 333 para ayudarnos a adaptarnos a la vida minimalista
El proyecto 333 nos ayudó a ordenar y clasificar nuestra ropa, entendiendo que sólo podemos utilizar 33 piezas de ropa en 3 meses.
Hace ya un año (2016) que adoptamos el hábito de regalar la ropa que no usábamos hace más de 6 meses, así que, toda la ropa que teníamos antes de viajar estaba ya filtrada.
Lo que hicimos después es clasificarla en 33 piezas para cada 3 meses.
El minimalismo no es una carrera ni una competición. Es una filosofía de vida personal sin notas ni evaluaciones finales, así que podés adaptar tus propias reglas.
El minimalismo no exige un número concreto de prendas y pertenencias, sino un uso consciente de lo que tienes.
El Proyecto 333 es un experimento que adoptamos. Es una herramienta que nos enseñó a conquistar el armario.
Por eso las reglas que pusimos, antes de viajar, son las siguientes:
- Escoger las 33 prendas y accesorios que nos acompañarán durante 3 meses: zapatos, chaquetas, pantalones, camisas, etc.
- No cuenta la ropa interior, tu pijama y la ropa de deporte, siempre que realmente la utilicemos para eso.
- Únicamente podemos intercambiar / reponer una prenda si se estropea.
¿Qué te parece el proyecto 333? ¿Te animarías a implementarlo en tu armario?
Después de todo un fin de semana de mudanza en 2017, aún nos faltaban muchas cosas por donar y vender para seguir adaptando este estilo de vida.
Pero lo logramos, en enero 2018 dejamos todo para cumplir el sueño de conocer el mundo y trabajar a través de Internet.
Sí se puede, vale la pena, y te podemos asegurar que una vez lo realizas la satisfacción de vivir con lo justo y necesario es maravillosa.
Dificultades encontradas con el minimalismo
Las principales dificultades cuando empezamos fue darnos cuenta que teníamos demasiadas cosas guardadas y muchas de ellas nos «dolía» eliminar, esas cosas que si bien no usamos le tenemos cierto «afecto».
Por ejemplo, una cabeza de vaca tallada en madera que a Yeyo le regalaron en un remate.
Yo la odio ajaja y encuentro que sólo sirve para guardar polvo pero es una cosa a la que Yeyo le tiene cierto apego.
Lo solucionamos guardando las cosas más importantes o «de valor» en un tupper y al depósito de nuestros padres.
Adoptar este estilo de vida minimalista no fue todo fiesta.
Por ejemplo, nos cuesta todavía explicar a las personas por qué no queremos casa, ni departamento, o por qué estamos vendiendo todo lo que poseemos.
Cuando explicamos lo que queremos nos sentimos un poco «bichos raros» o «demasiado millenials» como a muchas personas nos gusta tacharnos.
En ocasiones nos sentimos solos en conversaciones en las que resaltan aspectos materiales que han pasado a ser menos importantes para nosotros y no encontramos un punto de conexión.
Simplemente nuestros intereses y hábitos han ido cambiando y a veces no encajan con el de la mayoría. Tenemos muchos amigos que nos escriben «asustados» porque estamos vendiendo todo y otros que creen que es una gran idea.
También ha sido un choque de realidad darnos cuenta que cuando aprendes a vivir y disfrutar con lo que necesitas, también aprendes a elegir mejor lo que quieres, y tienes más dominio sobre todos esos impulsos, porque pasan a un tercer plano.
Vemos el mundo de otra forma
¿Alguna vez has ido a una fiesta en la que todo el mundo bebe alcohol y vos has decidido que no?
Es una sensación extraña pero divertida si te gusta observar el mundo desde fuera de vez en cuando. Después de la tercera copa, observas a la gente desde otro punto de vista porque vos no estás en la dinámica del resto.
Algo que nos comenzó a pasar muchísimo y por lo que dejamos de salir a fiestas, fue justamente darnos cuenta que estábamos «en otra onda».
Si vives en la ciudad todo el año, y te vas al campo en tus días de vacaciones, de repente escuchas el silencio, porque te habías acostumbrado al ruido de fondo de la ciudad.
Cuando volvés a la ciudad, percibís por primera vez ese ruido que siempre estaba ahí. Algo así nos pasa después de adoptar este estilo de vida.
No vemos maldad en lo material, ni creemos que deberíamos irnos todos al bosque a vivir de recolectar moras y hongos para vivir la buena vida, pero vemos cómo se alimenta:
- esa compulsión del comprar
- de definirnos por la ropa que vestimos
- o por el coche que tenemos
- el barrio en el que vivimos
- el sueldo que cobramos
Vemos la cantidad de atención, tiempo y dinero que dedicamos a elegir nuestra última adquisición y a hablar de ella como si fuera un indicador de nuestro disfrute o valía personal.
Comparamos marcas como quien compara identidades y filosofías de vida. Share on XLa vida minimalista nos ha hecho observar esas compulsiones y creencias como quien se mete en una fiesta que lleva funcionando 25 horas y en la que no te apetece entrar, porque afuera estás muy a gusto, con el sol, el cielo y el viento.
Ahora te toca a vos:
- ¿Qué opinas de tener una vida minimalista?
- ¿Te animarías a hacer una limpieza general y vivir con sólo 100 cosas?
Cuéntanoslo en los comentarios del artículo.
Abrazos,
Gabriela & Yeyo
Nayra Serrate dice
Si quisiera, pero no se si lograria quedarme con tan poca ropa u objetos, vivo en un dpto de 56m2 y siempre tuvimos ese pensamiento de que no necesitamos mas, un espacio para descansar y otro para recibir buenos amigos, vere el documental para seguir aprendiendo mas, gracias por el buen articulo!
Gabriela & Yeyo Caminito Amor dice
Hola Nayra!! Muchas gracias por tu comentario, si bien cambiar de un día para el otro no es fácil, podemos comenzar dando pequeños pasos hacia una vida mucho más consciente, donde todo lo que compramos tiene un valor real y nos es útil en la vida. Que bueno que con tu pareja piensen igual. Nos cuentas que te parece el documental 😉 Un abrazo!
Gustavo Rios Guzman dice
espectalucar
Gabriela & Yeyo Caminito Amor dice
Muchas gracias Gustavo!!
Andrea Villarroel dice
Hola, Gabriela y Yeyo!
Llegué a su blog poco gracias a sus tips para emprender en pareja y no morir en el intento, y su artículo sobre la discusión conciente, creo. Muy interesante, al igual que este 🙂
Hace tiempo había leído sobre el reto de vivir con cien cosas y el proyecto 333 (gracias al blog de Vale de Oro y otros sobre minimalismo y vida simple), y en consecuencia, uno de mis objetivos de vacaciones de verano el año pasado era deshacerme del 50% de mis pertenencias hasta antes de volver a clases en febrero (por cierto, yo también decidí estudiar Comunicación Estratégica y Corporativa :D)… Finalmente caasi lo cumplí, me deshice de aproximadamente 1000 cosas, entre libros, papeles, ropa, juguetes, y un largo etcétera de por si acasos, que equivalían al 49% de mis pertenencias. Pero esa cifra me sorprendió porque significaba que antes de empezar, tenía acumuladas más de 2000 cosas!! de las cuales, no usaba ni la mitad (el mejor ejemplo de ello son mis decenas de pares de aros, que todavía me cuesta dejar ir…)
También intenté hacer el proyecto 333, pero en lugar de 33 prendas, me quedé con 50 (vamos despacio, para empezar jajaja). Lo que me encanta del 333 es que ahora sé exactamente cuál es el tipo de ropa que me súper encanta, me queda bien y se adapta a mi estilo de vida, así que es más fácil decir no cuando un familiar me quiere heredar algo 🙂
Uno de los problemas, eso sí, de hacer el 333 viviendo en Santa Cruz, es que el clima es muy cambiante! A diferencia de en países del norte, que tienen estaciones bien marcadas, aquí un rato hace un calor terrible y al día siguiente vuelca sur y llueve jajaja así que en mis 33 (o 50) prendas siempre tengo que incluir ropa para toda estación, o prendas con distintos niveles de «abrigación» para vestirme en capas, como una cebolla, que hasta ahora es lo que mejor me funciona 🙂
Bueno, esa es mi experiencia resumida con el minimalismo. Es muy lindo encontrar un blog de mi país que hable de estos temas ♡ Gracias, chicos!
Gabriela & Yeyo Caminito Amor dice
Hola Andrea!! En primer lugar muchas gracias por tu comentario, y que bueno que hayas empezado este reto así como dices de a poco se empieza y es mucho más de lo que hace la mayoría. Lo importante como decimos siempre es ser mucho más conscientes con las cosas que tenemos y en las que invertimos dinero, porque eso es lo que debemos hacer invertir en vez de gastar sin sentido. Respecto a lo de Santa Cruz, tienes razón, tiene un clima cambiante pero es posible aquí tener un ropero que se ajuste a todo el año. 🙂 Nos alegra ver que más personas piensan como nosotros y sobretodo que también aplican en su vida el minimalismo. Un gusto tenerte en el blog, un abrazo grande!
francisco hernandez dice
los felicito estoy descubriendo el mundo del minimalismo y mira he descubierto muchisimas cosas que me causan asiedad es por cosas, estoy en ese proceso de limpieza, me encanta conseguir un post hecho por latinoamericanos siempre ubicaba ejemplos y cuentas norteamericanas o asiaticas cosa que culturalmente son dificiles de aplicar pero como dices en el comentario de la fiesta.. uno se va acostumbrando a que no somos iguales al comun estatus quo, saludos y como van con el recorrido por el mundo??
Gabriela & Yeyo Caminito Amor dice
Hola Francisco!! Que lindo leerte y por tu comentario y felicidades también por querer empezar en este mundo del minimalismo! Tener una vida minimalista no es fácil cuando uno tiene un montón de cosas acumuladas o cuando culturalmente no hemos sido educados así, pero vas a darte cuenta que poco a poco en ese proceso de limpieza ya empiezas a darte cuenta de lo liberador que es no depender de tantas cosas, al final tener una vida minimalista no significa no tener nada sino por el contrario tener lo que uno necesita y cosas de calidad que nos duren. Nos alegra que hayas encontrado un ejemplo latinoamericano en nosotros y respecto a la vuelta al mundo muy bien!! Estamos disfrutando mucho cada paso y más aún compartirlo con Uds!! Ya nos contarás como vas avanzando con el minimalismo, estaremos ansiosos de conocer tu progreso.
Un abrazo enorme!