Realizar la carretera de la Muerte en La Paz Bolivia era un sueño pendiente que teníamos desde hace mucho tiempo y es bastante gracioso pensar que estando en nuestro país no lo hubiésemos hecho antes.
No fue hasta Septiembre 2019 cuando después de volver de más de 21 meses de viaje fuera de Bolivia tomamos el coraje para enfrentarnos al camino de la muerte, la carretera más peligrosa del mundo.
Índice
¿Por qué se llama la Carretera de la Muerte?
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La Carretera de la Muerte o Camino de la Muerte como le dicen algunos viene dado porque hace años sólo existía este camino de tierra con sólo 3 metros de ancho para ir desde La Paz hasta Coroico.
Es una ruta que fue construida con mano de obra de prisioneros paraguayos durante la guerra del Chaco en la década de 1930.
Son 80 kilómetros que unen a La Paz con Los Yungas y antes de que se construya la nueva carretera se registraban más de 200 accidentes y 100 muertes cada año.
Por eso, en 1995 el Banco Interamericano de Desarrollo lo bautizó como el camino más peligroso del mundo, título que hasta el día de hoy atrae a miles de viajeros.
El ancho de su carril es de tan sólo 3 metros, hay más de 3600 metros de desnivel en 64 kilómetros lo que han provocado un cambio en la regulación vial del país ya que es el único lugar en Bolivia donde está permitido circular pegado a la izquierda, de la misma manera que en Australia o Reino Unido.
Pero el principal peligro era la cantidad de tráfico de camiones y vehículos de alto tonelaje que se dirigían por aquí a La Paz cargados con productos pero sobre todo con pasajeros.
Ya no tan carretera de la muerte pero igualmente peligrosa
Después de ver estas estadísticas a finales de 2006 fue inaugurada la nueva carretera, lo que mitigó la cantidad de accidentes pero no el reclamo turístico.
Por eso, a día de hoy, la carretera de la muerte está abierta principalmente para el turismo y para los pobladores de la zona que aún la transitan.
Una de las atracciones principales en Bolivia es realizar la carretera de la muerte en bicicleta y eso es lo que íbamos a hacer nosotros.
¿Con que agencia realizar la carretera de la muerte en Bolivia?
Hay muchas agencias de turismo en Bolivia que ofrecen la ruta por la carretera de la muerte en bicicleta pero aquí es donde tenemos que tener cuidado.
No olvidemos que el camino sigue siendo igual de peligroso que cuando era transitado por camiones y que exista mucha oferta es un peligro para la seguridad.
Por eso, en este caso no debemos escatimar en el bolsillo y pensar primero en tu seguridad.
Los precios empiezan desde los 60 dólares para arriba dependiendo el tipo de bicicleta y lo que incluya tu paquete.
En nuestro caso realizamos el descenso en bicicleta con la agencia Barracuda Biking Bolivia y no podemos estar más felices de nuestra decisión.
La agencia ofrece dos tipos de precios que se basan en el tipo de bicicleta, simple suspensión 450 bolivianos o doble suspensión 570 bolivianos.
Pero te recomendamos que te comuniques con ellos porque los precios varían según temporada, ambas opciones de bicicleta incluyen:
- Bicicletas especializada Kona con doble suspensión o kona simple suspensión y frenos de disco hidráulicos
- Una chaqueta y un pantalón diseñados como rompe vientos
- Guantes especiales para ciclismo de montaña
- Rodilleras y coderas
- Cascos de alta calidad (Completos o Normales)
- Transporte privado y de soporte equipado con equipos de seguridad, rescate, primeros auxilios y repuestos para bicicletas
- Agua ilimitada embotellada y 2 snacks frescos, hechos para darte energía y proteína durante el descenso
- Acceso exclusivo al lugar privado de Barracuda Biking Company al final del tour donde también tienes acceso a la piscina
- Duchas calientes, shampoo, jabón y toallas
- Almuerzo buffet
- Una camiseta gratis como premio por realizar el camino de la muerte
- Fotografías que los guías toman del grupo en este increíble viaje mediante Dropbox
Preparativos para el descenso por el camino de la muerte
El día había llegado, nos encontramos en el restaurante Little Italy que era el punto de encuentro a las 7:30 de la mañana para conocer a quienes serían nuestros guías y equipo para este gran día.
Éramos un grupo pequeño, 2 alemanes, 3 ingleses y nosotros dos acompañados por dos guías, José y Álvaro más el conductor Felix.
Desde ahí partimos hacia La Cumbre, ubicada a 4650 metros sobre el nivel del mar.
Una vez en la Cumbre llegó el momento de probar las bicicletas, pero antes nos tomamos unos minutos mientras nuestro guía líder José nos enseñaba el ritual a la Pachamama “Madre Tierra” para bendecir nuestro equipo, bicicleta y vivir este día de aventura sin accidentes.
Después del ritual tocó el momento de probar las bicicletas y sentirnos cómodos con el equipo, todo bien hasta ahí el momento de la verdad estaba por comenzar.
La primera parte antes de llegar a la Carretera de la Muerte
En la Cumbre comenzamos el primer tramo de la aventura se realiza en plena carretera asfaltada, con tráfico.
Este tramo concretamente no es parte de la Carretera de la Muerte, sino que es una ruta de doble vía asfaltada, se usa para tomar confianza con la bici y el paisaje es muy lindo.
El riesgo en esta parte es la velocidad en las bajadas y que el camino es muy transitado por autos y camiones en ambos sentidos, pero como las curvas no son tan cerradas no es necesario frenar mucho.
Los nervios nos tenían los pelos de punta, la adrenalina estaba a mil y sólo pensábamos a nuestros adentros “no frenes con fuerza”, “los dos frenos de forma progresiva a la vez”, “no confundas freno delantero con trasero”, “dos dedos en el freno trasero y uno en el delantero”.
La cabeza estaba a mil repasando las instrucciones que los guías nos habían dado mientras que tomábamos confianza en la carretera con los autos pasando a nuestro alrededor.
Todo bien, sólo hubo un pequeño susto (más para Yeyo y el guía que para mí), que me valió el apodo de “suicida” durante el resto del día.
Resulta que sin darme cuenta, o tal vez con mis nervios, terminé pasando entre medio de un camión y un auto que venía en el otro carril, ya que aún no me sentía cómoda con los frenos.
Algo que no se debe hacer.
No pasó nada, todo fue un susto.
El verdadero descenso en bicicleta por el camino de la muerte
Luego de 45 minutos de descenso por el asfalto llegamos a un punto donde tuvimos que pagar el ingreso al Parque Nacional de Cotapata.
En este punto pagamos 15 bolivianos nacionales y 25 bolivianos los extranjeros.
Después del snack nos volvimos a subir a la van porque hay un tramo de subida y así nos dirigimos al inicio del verdadero camino de la muerte.
Una vez ahí empezó la verdadera acción sin antes recibir nuevamente las indicaciones de nuestros guías, algo que agradecemos mucho es que cada cierto tiempo realizábamos paradas de “reagrupación” donde nos explicaban lo que estaba por venir para ir prevenidos.
Como por ejemplo, tramos como “el sacadientes” una bajada que ha tenido un derrumbe de rocas que suele ser zona de accidentes para los viajeros, por lo que ya se ha llevado uno que otro diente de recuerdo.
O la “curva italiana”, lugar donde murió una italiana, los nombres en sí son bastante “graciosos” y descriptivos de lo que sucedió ahí y te dan alerta para que vayas con más precaución.
Estoy muy orgullosa de decir que ni yo, ni Yeyo, sufrimos ninguna caída o accidente durante todo el descenso por la carretera de la muerte.
Si seguís las instrucciones de los guías y tomas las precauciones necesarias todo el día puede ser pura diversión y adrenalina, como fue en nuestro caso.
Lo más importante es “aprender a controlar la bicicleta y no dejar que la bicicleta te controle” como me dijo el guía y sobre todo ir a tu paso.
Estás en un tour no en una competencia por lo que no es necesario ir a toda mecha, ve a una velocidad que te haga sentir cómodo.
El final, el sentimiento de gloria
Después de unas 3 horas y media de descenso aproximadamente llegamos al pueblo de Coroico donde yo, tomé el bus para subir al restaurante y Yeyo decidió sufrir una subida inclinadísima (que ya no era parte de la carretera de la muerte) para llegar al Restaurant La Jungla.
Aquí todos nos abrazamos y felicitamos por haber sobrevivido la carretera de la muerte y disfrutamos el almuerzo buffet que nos estaba esperando.
Tuvimos unas dos horas en el lugar para relajarnos, tomar unas cervecitas y disfrutar la piscina.
Nosotros tuvimos mucha suerte ya que nos tocó un día hermoso, muy despejado y con mucho sol lo que nos permitió disfrutar todo el paisaje a nuestro alrededor y no sufrir demasiado en los descensos.
Al finalizar los guías nos entregaron nuestras poleras de recuerdo y empezamos el retorno a la ciudad de La Paz.
Consejos y recomendaciones finales para sobrevivir la carretera de la muerte
- Lleva protector solar, el sol andino quema y quema feo
- No te olvides de llevar repelente, hay una especie de mariwices o mosquitos andinos que no sentís que te están picando y luego terminás lleno de ronchas (con Yeyo nos seguimos rascando jaja)
- Utiliza todo el material de protección que te brinda la agencia
- No vayas más rápido de lo que es tu capacidad
- Lleva una mudada de ropa para la vuelta y abrigo
- No te olvides de llevar seguro de viajes, para este tipo de actividades es obligatorio nosotros utilizamos Mondo y lo bueno es que es por suscripción o por fecha y cubre todo lo necesario a un excelente precio
Las 3 horas y media de descenso fueron geniales. ¡Adrenalina a tope!
La verdad es que el camino no es tan peligroso como te lo podés imaginar.
El camino es estrecho sí, el precipicio es mortal sí, pero la inclinación no es excesivamente pronunciada así que controlando la velocidad de bajada y siguiendo las instrucciones tendrás una de las mejores experiencias de tu vida.
Agradecemos un montón al equipo de Barracuda Biking por la profesionalidad y el cuidado a cada uno de los viajeros durante esta experiencia.
La verdad es que los guías se rajaron un montón sacándonos fotos y más que guías se convirtieron en amigos al final del viaje.
Viaja seguro por Bolivia
Y como recomendación final no te olvides nunca que es mejor viajar prevenidos con un buen seguro de viajes, nosotros viajamos con Mondo.
Pero aquí te dejamos una comparativa con los mejores seguros de viaje para que tengas a mano toda la información de cada uno de ellos y por ser lector de Caminito Amor tenés 5% de descuento en el mejor seguro de viajes en español.
- ¿Ya viviste esta experiencia?
- ¿Te gustaría recorrer la carretera de la muerte en bicicleta?
Te esperamos en los comentarios…
Cami a l'Estel dice
Qué día tan emocionante y para no olvidar vivisteis en la Carretera de la Muerte en Bolivia. Se ve una ruta de aventura y cargada de adrenalina y que encima tenéis en vuestro país. A veces tenemos auténticos paraisos cerca de casa que no aptovechamos como es debido.
Las fotos son preciosas aunque también de auténtico vértigo…que precipicios!!. No se si me animo a hacerla, pero por si un día vengo a Bolivia me lo apunto.
Sandra Inoue dice
Ustedes sí que son aventureros! La vista se ve maravillosa pero ya me imagino que el recorrido fue muy cansado, me encantaría tener el tiempo y sobre todo la condición para realizar un recorrido de ese tipo. Hacerlo en pareja hace que se disfrute aún más 🙂
Gabriela & Yeyo Caminito Amor dice
Muchas gracias Sandra!! Sí la verdad que realizar la carretera de la muerte en Bolivia es toda una aventura! Y mucho más divertida en pareja! Un abrazo enorme!
Respiro Viajes dice
Estuve 3 veces en la ciudad de la Paz, y me genera muchas sensaciones esa ciudad. Es raro porque siempre me dan ganas de regresar. Tal vez debe ser porque fue la primera ciudad que visite cuando hice mi primer viaje solo. Quise hacer la Ruta de la Muerte pero todavía no he podido. Muchas gracias por todo lo que cuentan, me viene muy bien. La próxima vez que visite la ciudad lo voy a hacer si o si. Saludos chicos!!
Gabriela & Yeyo Caminito Amor dice
Hola! Nos alegra mucho que te guste tanto la Paz y nuestra hermosa Bolivia y sii la carretera de la muerte es de las mejores experiencias de aventura que hacer por La Paz y en Bolivia, además que si lo haces con una buena agencia y siguiendo las indicaciones del guía es bastante seguro y los paisajes imperdibles. Un abrazo!